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 sala Isabel la Católica 

Isabel nace en Madrigal de las Altas Torres, Tierra de Arévalo, y también villa de realengo, el 22 de Abril de 1451, fruto del matrimonio entre Juan II y su segunda esposa, Isabel de Portugal. Apenas con tres años, cuando muere su padre, viene a vivir a Arévalo por expreso deseo de su madre con su hermano Alfonso.

 

Permaneció aquí hasta que fue llamada a Segovia, a la corte de Enrique IV, su hermanastro, cuando contaba con 10 años.

 

En estos primeros años de su vida, fue educada si no para ser reina -pues en la línea sucesoria no le correspondía de manera directa- si para ser esposa de rey, como era habitual en las casas de reales medievales.

Desde niña recibió una cuidada educación cristiana y fue aquí en Arévalo donde se fraguó su profunda devoción hacia la virgen de las Angustias llevando siempre consigo en sus viajes una imagen de la misma. Al finalizar la Reconquista, con la toma de Granada, ciudad deseada por excelencia, la entronizó allí como patrona.

 

Coinciden varios historiadores al afirmar que otra etapa de frecuentes visitas de Isabel a Arévalo, siendo todavía infanta, es el período en que su hermano Alfonso es proclamado rey de Ávila en 1465.

 

A pesar de que Isabel y su hermano fueron apartados de su madre (fallecida en 1465) por Enrique IV, hay constacia de un nuevo encuentro en Arévalo con motivo del 14 cumpleaños de Alfonso, que en aquella época suponía la mayoría de edad.

 

Todas esos estrechos vínculos de la reina con la ciudad hacen que tenga a lo largo de su vida un especial apego hacia ella y la nombre en numerosas ocasiones como “la mi villa de Arévalo”.


Texto extraído del libro “Ysabel la Católica en Arévalo”.

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